Nuestra actividad consiste en una ruta de senderismo, interpretativa y didáctica donde los asistentes interactúan con burros recorriendo los senderos del río Segura en el Valle de Ricote.
Nuestros burros fueron comprados a sus anteriores dueños para evitar que fuesen sacrificados por ser una carga económica y con nuestra actividad hemos demostrado que todavía tienen un sitio como animal de ayuda y utilidad junto al hombre en el siglo XXI. En el trayecto los asistentes recorren a pie los senderos de la ribera del río como han hecho los arrieros durante siglos con una diferencia: ahora los animales no soportan cargas de hasta 200 kilos. Nuestros burros pasean sin carga, o como mucho una mochila o un niño. Hay razas de burro que son tan grandes como un caballo adulto, de modo que un niño corpulento o incluso un adulto no supondría ningún problema para estos animales. No obstante en nuestras actividades los adultos guían los burros a pie como el arriero caminaba junto a sus burros de carga, y son los niños los que pueden montar si lo desean.
Durante el recorrido los asistentes aprenderán las técnicas tradicionales de los arrieros, conocerán las norias de riego de Abarán declaradas bien de interés cultural (BIC), y los huertos y sistemas del regadío tradicional que funcionan hoy como hace siglos.
Nuestra idea es ofrecer en una misma actividad de entre dos horas y media y tres horas de duración, la oportunidad de aprender sobre cultura, historia, disfrutar de la naturaleza, practicar algo tan sano como el senderismo de nivel bajo, y ayudando a la conservación y la recuperación de los burros.
Los beneficios de nuestras actividades van dirigidos a la manutención y cuidados de los 20 burros que actualmente cuidamos en Proyecto Burruticas.
Además de estas actividades, realizamos jornadas didácticas con colegios e institutos y sesiones de terapia con burros
(asinoterapia) para personas con necesidades especiales y en centros de mayores.
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